Docente en Cali Denuncia Amenazas de Muerte por su Lucha Contra el Reclutamiento Infantil por Grupos Armados

Una docente de una institución educativa en Cali, Departamento del Valle del Cauca, ha denunciado amenazas de muerte a raíz de su trabajo en la prevención y denuncia del reclutamiento de menores por parte de grupos armados.

Jennifer Natalia Rivera Montaño relata el acoso y la violencia que ha sufrido debido a su labor como educadora y a su compromiso en la protección de jóvenes vulnerables en Colombia, con el objetivo de evitar que sean reclutados por estos grupos armados. La situación de pobreza que viven muchos niños y niñas los convierte en blancos fáciles para quienes buscan llevarlos a la guerra, y el activismo de Rivera Montaño en contra de estas prácticas la ha convertido en un objetivo de represalias.

Como docente en Cali, Rivera Montaño ha enfrentado una serie de amenazas y actos de acoso por su trabajo con jóvenes en situación de riesgo, especialmente por su dedicación a la prevención del reclutamiento infantil por parte de grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Su labor en la Capellanía y su cercanía con estudiantes vulnerables han intensificado las represalias en su contra.

Desde su llegada al Colegio Llano Verde, Rivera Montaño ha sido testigo de los peligros a los que están expuestos sus estudiantes en un entorno marcado por la violencia y la falta de seguridad. “La constante presencia de bandas armadas en Llano Verde y la falta de protección estatal han creado un ambiente de miedo y desesperación”, explica Rivera Montaño. En 2020, cinco jóvenes de su colegio fueron asesinados, un hecho que marcó a la comunidad y evidenció el riesgo que enfrentan quienes desafían la violencia.

La situación de Rivera Montaño se agravó en noviembre de 2023, cuando encontró un ramo de flores fúnebres y un panfleto en su puerta con un mensaje amenazante: “Profesora, sabemos que está de sapa… te llenamos esa cabeza de balas”. Este acto fue una clara represalia por su labor en la protección de los más jóvenes, como Isabel Cristina Alomia Porto Carrero, una alumna que estuvo a punto de ser reclutada.

A pesar de sus esfuerzos por encontrar seguridad cambiando de residencia y lugar de trabajo, las amenazas no cesaron. El 18 de octubre de 2024, recibió otro panfleto amenazante en su nueva vivienda, donde le advertían: “Sapa malparida, no te quedó claro que te tienes que quedar callada. Por sapa te vamos a dar donde más te duele». La violencia también ha alcanzado a su familia: su hermano sobrevivió a un intento de asesinato en el que un menor perdió la vida.

Tras agotar todas las vías legales en Colombia sin obtener la protección necesaria, Rivera Montaño expresó su desesperación y la incertidumbre sobre qué medidas tomar para proteger su vida y la de sus seres queridos.

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